miércoles, 16 de diciembre de 2009

La pobre infeliz

          Siempre había tenido problemas para relacionarse con los demás, sobre todo a la hora de mirar a la gente a los ojos. Solía decir que las miradas eran un canal demasiado directo a la profundidad del propio ser, que dejaba a la vista demasiadas verdades, demasiadas intimidades. Tampoco ellos podían aceptarla a ella, la capacidad para sentir sin palabras asusta a la multitud.
    Su más tierna infancia rodeada de aprendices de amigos terminó más pronto de lo esperado, cuando empezó a tener conciencia de sí misma.
    Al ir creciendo, alcanzó una percepción de la realidad algo psicótica, pero para nada enfermiza... simplemente distinta, simplemente incomprensible. Cualquier roce, cualquier gesto o cualquier fenómeno (no siempre humano) era analizado en su cabeza con un popurrí de sensaciones asonantes inclusive para ella.
   Sumida en su propio mundo, cumple los treinta y tres. Se casó con un "hippie" cuando cumplió los dieciocho, el rebelde perdió su fuego y viven eh... ¿cómo era?, felizmente en su casa a las afueras de algún pueblo. Un adosado bien lejos de las dificultades difíciles, cerquita de los polígonos industriales.
   Él se va a currar a una oficina y ella se queda en casa (sola) despues de varios años trabajando en una tienda y cobrando el paro.
   La pobre infeliz sale al jardín y deja que el viento se cuele entre su falda y sus nalgas, acariciando milímetro a milímetro su piel. Inexplicable para todo ser racional, la pobre infeliz se sacia de amor bebiendo aire, abriendo en cada uno de sus poros un canal que permite al viento acurrucarse en su intimidad. Gritando con gestos que nunca hubo un lugar para ella, que no tiene suficiente con una rabieta adolescente. La pobre infeliz quiere dejar de orgasmar con el viento, quiere dejar de depender de su imaginación, quiere dejar que sean dedos reales los que separen los mechones de su pelo y le susurren "quiero" al oído, con palabras directas. La pobre infeliz no sólo quiere oír un "fiuu".  
Tansolo quiere que lo que todo el mundo tiene, para ella no sea una verdadera y absurda utopía.
                                        

5 comentarios:

  1. Sara, me has dejado petrificada en el asiento.
    Es genial lo que has escrito, utilizas un vocabulario y una forma de expresión maravillosa, es que no encuentro ningun epíteto que pueda escribir sobre tu relato, todos se quedan cortos.
    Describes desde la adolescencia la cruda realidad de muchas mujeres adultas.
    Nunca permitas que éso te pase a tí, siempre habrá algo mejor que vivir ó al menos diferente.
    Simplemente me has dejado alucinada.
    Eres hermosa por dentro y por fuera.
    Mira siempre a los ojos, te dirán de las personas mucho más que las palabras, con esos ojazos tan bonitos que tienes.
    Besos mil y millones de achuchones, aquí está naciendo una escritora que algun día vnederá libros y yo te pediré que me lo dediques.
    Besitos otra vez

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  2. Triste historia y con grandes toques de realismo.

    Me encantó tu forma de plantearla y su desarrollo.
    Que más te voy a decir ya que no te haya dicho Emibel.
    SE FELIZ y por si acaso, felices fiestas

    Un abrazo.

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  3. Felices Fiestas, corazón!!!
    Que lo pases lo mejor posible en familia y con tus amigos.
    Muchos besitos

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  4. Hola cielico
    Que lo pases muy bien esta Nochevieja.
    Feliz Año 2010 y que tus deseos se cumplan, todos, uno a uno.
    Sé feliz y brindo contigo(tú sin alcohol ehhhh)
    Besitos, cielo
    Feliz 2010 para tu mami y para tí

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  5. DIOS SANTO! que bonito lo que has escrito sara.. No es lo tipico me encanta como escribes.. Te admiro mucho, enserio.
    Te voy a seguir, y cuando escribas mas, ponme un comentario en el blog y asi me paso, me encanta, de verdad
    Te dejo mi blog por si te apetece pasarte
    http://melbournemadness.blogspot.com/

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