lunes, 30 de agosto de 2010

Alors


Muy buenas noches, queridos blogueros. Hace mucho tiempo que no pasaba por aquí, pero la verdad es que no hacía otra cosa que pensar en hacerlo. Al encontrarme en otro sitio, quiero escribir. Cuando puedo escribir, no lo hago. Esa condición humana de querer lo que no se tiene, se vuelve infantil y gilipollas en mis pupilas.

He dedicado mi verano a desconectar totalmente, a la merced de las sustancias y las sensaciones extremistas. A todos los menores de dieciocho años se nos han soltado los puntos del estrés en este Agosto de zigzags térmimos, de espasmos en la punta de... cardíacos y manchas de calimocho.
Además de desmadre me ha dado tiempo a cojer tanto cariño, a coserme a tanta gente que ahora me sangran hasta las pestañas... Inconscientemente, al crecer se desarrolla la capacidad de amar o, simplemente, de empatizar. Esa es una de las lecciones de este verano.
Estas semanas han sido tan fugaces, tan regulares y desconroladas a la vez... La cantidad de cosas que se pueden llegar a sentir, y no se saca tiempo para explicarlo nisiquiera con una libreta del Harry Potter que tenía por ahí. El sentir por el sentir, por el puro respeto al placer... El comienzo de un Carpe Diem cada vez que me cruce con el último timbre de Junio, el amar a personas que ves como mucho tres veces al año. Eso, mis queridos vagabundos, es el caramelo más ácido y dulce del mundo.
Hoy he ido a recojer los libros de bachiller. Se acabó todo, me vuelvo para Matrix. Lo cojonudo es que me muero de ganas, eh!

Contradicciones, contradicciones y contradicciones, para variar. Mi cabecita loca se vuelve a enrredar con "Cual es el verdadero fundamento de los sentimientos", "Cómo se pone un condón" y "Cómo era lo de Ruffini". Ser una persona no es nada fácil, porque son tantas y tan distintas las cosas en las que tenemos que pensar que ya casi no me acuerdo por qué he decidido ponerme a escribir.
Espero que vuestro verano haya sido fructífero y satisfactorio. Que tengáis un feliz regreso al mundo de los cables.

3 comentarios:

  1. Tus ideas, tus sentimientos y tus descontroles son los propios de una adolescente, es normal. Pero no te me desmadres demasiado, confío en que tanto descontrol te lleve al buen puerto de vuelta a tus estudios y a tus geniales escritos.
    Cada vez que leo que has escrito una entrada nueva, me da un salto el corazón, un salto de alegría y te leo con avaricia, después te releo más serenamente.
    Besicos, mi niña bloguera.

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  2. Feliz retorno... pero aún queda verano, aún te quedan muchos veranos de juventud, aún te quedan muchisimos veranos de vida.

    Las experiencias a tu edad son constantes y lo seguirán siendo por siempre, aunque cada día te vayan sorprendiendo menos.

    Esperemos que el retorno a tus libros no te sea demasiado duro, seguro que eres una estudiante genial y que no abandones tampoco tu música... llegarás lejos, estoy seguro como si te conociera de toda la vida.

    No te lastro más con mis comentarios, un abrazo joven amiga.

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  3. Saruus :)
    que flipe tu blog no?
    las foto sme encantan.

    tequiero<3

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